martes, 5 de febrero de 2008

Hungry yearning

Había estado observandola casi toda la noche y a esas horas cercanas al amanecer ya sabía que me estaba enamorando de ella. Quizá ya no brillaba como lo había echo unas horas antes pero en cierto modo ahora parecía mas real y cercana; con una cualidad tangible que yo no había percibido antes, como si ahora, según iba clareando el horizonte, ella, completamente agotada, se hubiera deshecho de todo artificio y se mostrase sin pudor en un ultimo intento desesperado de captar toda atención antes de desaparecer.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Peque, me alegro mucho de que hayas lanzado a escribir, es duro a la par que gratificante completar la hoja en blanco. Como tantas cosas en la vida, es querer.
Ánimo!!!!
De quien te quiere

Anónimo dijo...

Como Selene despeja las trémulas nubes que la ocultan, por fin puedo acceder a tus comentarios y plasmar en tu blog mi impronta.

Sorpréndenos con tu prosa y revélanos tus inquietudes.

Un abrazo.