Hace unos diez días fui a comer a casa de mis padres en Salas, como suelo hacer muchas veces en mis días de descanso.
Luego, por la tarde, antes de volver a Grao, paré en el supermercado a comprar algo para cenar. Allí me encontré con Ángel "El Chino" y su hermano Luis.
Nunca han sido lo que se dice íntimos mios, pero siempre nos hemos saludado cordialmente.
-Eh, ¿que tal?
-Bien, bien... comprando algo de cena.
-Y tu Angel ¿cómo te va?
-Bien... aquí estamos...
¡Exacto! Aquí estamos, de eso se trata, y aquí seguimos. Todos menos él.
El jueves 29 de enero de 2009 Angel se salió de la carretera con su coche y se salió del mundo. Así, de repente, sin despedirse y sin avisar.
Ruedas apuntando al cielo, un amasijo de hierros, cristales por el asfalto, los bomberos... todos hemos visto ese tipo de imágenes sobradas veces.
Ya digo, no era un amigo próximo, simplemente era uno de Salas, uno más. Hoy es uno menos y yo lo siento.
Hasta la vista Angelín...
Luego, por la tarde, antes de volver a Grao, paré en el supermercado a comprar algo para cenar. Allí me encontré con Ángel "El Chino" y su hermano Luis.
Nunca han sido lo que se dice íntimos mios, pero siempre nos hemos saludado cordialmente.
-Eh, ¿que tal?
-Bien, bien... comprando algo de cena.
-Y tu Angel ¿cómo te va?
-Bien... aquí estamos...
¡Exacto! Aquí estamos, de eso se trata, y aquí seguimos. Todos menos él.
El jueves 29 de enero de 2009 Angel se salió de la carretera con su coche y se salió del mundo. Así, de repente, sin despedirse y sin avisar.
Ruedas apuntando al cielo, un amasijo de hierros, cristales por el asfalto, los bomberos... todos hemos visto ese tipo de imágenes sobradas veces.
Ya digo, no era un amigo próximo, simplemente era uno de Salas, uno más. Hoy es uno menos y yo lo siento.
Hasta la vista Angelín...