Tengo 84 años y me estoy muriendo.
Hoy he oído al medico decírselo a mis hijos, pero yo ya lo sabía.
Siempre llega el momento en que te metes en la cama sabiendo que ya no saldrás más.
No tengo miedo, ya no siento el escalofrío que me recorría en mi juventud al pensar en la muerte. Más bien siento un poco de pudor por verme obligado a ofrecer tan deplorable espectáculo a gente tan querida. Me recuerda a los primeros cambios en mi temprana pubertad, cuando me sentía avergonzado ante lo inevitable de mi nueva etapa vital.
Siempre me ha gustado mantener un férreo control en todas las circunstancias de mi vida, y obviamente en este momento estoy muy lejos de lo que se podría llamar controlar la situación.
También siento rabia. ¿Por qué mi cuerpo ha llegado a convertirse en este amasijo de huesos quebradizos y carne flácida cuando mi mente sigue virgen y ávida?
¿Por que debo resignarme cuando el mundo sigue su imparable y cósmica travesía? ¡Quiero ver un poco más!¡Quiero saber que va a pasar mañana!
En la tarde, los jóvenes se reunen para ir a bailar y cuando cae la noche hacen el amor.¡Quisiera ser participe de todo eso!¡Quiero volver a beber vino y oler todas las rosas!¡Quiero volver a escuchar "You look good to me"!
Dicen que en el momento del adiós, uno lamenta las cosas que no pudo o no se atrevió a realizar en la vida. En mi caso no es así. Yo recorrí todas las veredas en pos de la alegría, y muchas veces la encontré. Precisamente por eso la idea de cerrar los ojos definitivamente resulta doblemente dolorosa.
¿Por qué creamos lazos tan fuertes con los demás?¿Por qué amamos hasta el límite de nuestras fuerzas?¿Por que nos es dada la capacidad de disfrutar y emocionarnos con tantas cosas si todo nos va a ser arrebatado sin piedad?
¿Dónde irán mis dulces recuerdos?¿Que será de todo el amor que dí?¿Que será de todo el que me dieron?¿Que será de mí....?
Hoy he oído al medico decírselo a mis hijos, pero yo ya lo sabía.
Siempre llega el momento en que te metes en la cama sabiendo que ya no saldrás más.
No tengo miedo, ya no siento el escalofrío que me recorría en mi juventud al pensar en la muerte. Más bien siento un poco de pudor por verme obligado a ofrecer tan deplorable espectáculo a gente tan querida. Me recuerda a los primeros cambios en mi temprana pubertad, cuando me sentía avergonzado ante lo inevitable de mi nueva etapa vital.
Siempre me ha gustado mantener un férreo control en todas las circunstancias de mi vida, y obviamente en este momento estoy muy lejos de lo que se podría llamar controlar la situación.
También siento rabia. ¿Por qué mi cuerpo ha llegado a convertirse en este amasijo de huesos quebradizos y carne flácida cuando mi mente sigue virgen y ávida?
¿Por que debo resignarme cuando el mundo sigue su imparable y cósmica travesía? ¡Quiero ver un poco más!¡Quiero saber que va a pasar mañana!
En la tarde, los jóvenes se reunen para ir a bailar y cuando cae la noche hacen el amor.¡Quisiera ser participe de todo eso!¡Quiero volver a beber vino y oler todas las rosas!¡Quiero volver a escuchar "You look good to me"!
Dicen que en el momento del adiós, uno lamenta las cosas que no pudo o no se atrevió a realizar en la vida. En mi caso no es así. Yo recorrí todas las veredas en pos de la alegría, y muchas veces la encontré. Precisamente por eso la idea de cerrar los ojos definitivamente resulta doblemente dolorosa.
¿Por qué creamos lazos tan fuertes con los demás?¿Por qué amamos hasta el límite de nuestras fuerzas?¿Por que nos es dada la capacidad de disfrutar y emocionarnos con tantas cosas si todo nos va a ser arrebatado sin piedad?
¿Dónde irán mis dulces recuerdos?¿Que será de todo el amor que dí?¿Que será de todo el que me dieron?¿Que será de mí....?
13 comentarios:
Como decían en una película "todos esos momentos se perderán el el tiempo, como lágrimas en la lluvia"
A walkingpolaherba:
Me pillaste!!
La verdad que se me vino a la cabeza esa escena mientras escribia el post:)
Guau guau!!!
"Han pasado más de cuarenta años pero yo recordaré cada segundo de esa mañana de enero hasta el día en que me muera".
"Adiós Muchachos" ("Au Revoir, les Enfants", Louis Malle, 1987).
Me ha encantado el enlace musical. A cambio aquí te dejo otro.
A mí personalmente me encante Bird, no por nada dispongo de un cuádruple CD que recoge sus temas más representativos. Aunque me surge una pregunta: si en palabras del propio Charlie el “bebop” (su fundador junto con Dizzy) procedía del recuerdo del sonido que producía la porra de un policía al golpear la cabeza de un negro (bop-bop-bop) cuál sería la contundencia del “hardbop”.
A unicronio:
¡Si señor! "A night in Tunisia" Muy buen gusto, gracias.
Y, ¡Como se va aproximando Wayne Shorter al micro...Parece el hechicero de la tribu a punto de ponerse a invocar a Unkulunkulu.
Saludos.
hace tiempo que se que en ese momento ya estaré cansada, demasiado tiempo vacio, no se lo que es amor no he amado a nadie y nunca me me han amado.Como vulgar mortal ,realista, ya no creo en la capacidad de autoengaño que nos guía en la supervivencia para seguir en pie un día y otro. No recuerdo ningun momento imprescindible por el cual dar sentido a mi vida ni causa mayor por la que luchar. Mi paso por la vida ha sido un espacio de tiempo agotador, desgastado y devastado no creo en nada, ni siento nada, para mi solo será el descanso esperado
Si es que yo siempre lo he dicho: Está todo mal organizado.Por que, a ver porqué el funeral es después y no antes?. Yo creo que lo mejor sería que cuando se sabe que la cosa está cerca, iniciar un ciclo de celebraciones sin fin hasta que llegue el día dilapidando todos los gastos del funeral en fiestas y jolgorios. Si es necesario se le añaden a la cama unas rueditas para poder trasladarte a la plaza del pueblo y si no pues que habiliten salas especiales en los hospitales, que esto de morirse no es para tomarlo a broma.
VIDA
A Paula Romero
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.
Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.
No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)
Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.
de jose hierro con un abrazon de pedro, peter, el xanzo o como me llames...
Viva la poesía!!! Viva la retórica!!! hagamos bonitos blogs, qué tal uno dedicado a esas bonitas aves que son los canarios??? o mejor, uno dedicado al cine, aportemos una novedosa visión!!!!!!!! o qué tal si damos cuenta de nuestros conocimientos musicales, solo hace falta un requisito: tiempo para buscar en you tube!!!!
Animo, como todo sólo es ponerse.......
María
¿Y por qué no uno dedicado a una mezcla errática, ecléctica y variada, hemorrágica incluso, sin un hilo conductor previsible o lógico, como una explosión creativa alejada de continencia palpable alguna? ¿Y si...?
Alguien ha mentado a Kerouac por ahí?
Morimos porque hemos sido, pero mientras seamos, hemos de estar vivos!!!
Un abrazo Rumb.
"Permitidme que diga una palabra o dos a ciertos pedantes que se atreven a hablar de nuestra Sociedad (léase revista) como si en su tendencia hubiera algo inmoral. ¡Inmoral! ¡Dios me bendiga, señores! ¿Qué es lo que esa gente quiere dar a entender? Estoy y estaré siempre a favor de la moral y de la virtud y de todo eso, y afirmo y afirmaré siempre (pase lo que pase) que el asesinato es una forma de actuar impropia, altamente inadecuada, y no me importa decir que todo hombre que interviene en un asesinato tiene un modo de pensar muy incorrecto y unos principios muy erróneos (...) Pues si un hombre se deja tentar por un asesinato, poco después piensa que el robo no tiene importancia, y del robo pasa a la bebida y a no respetar los sábados, y de esto pasa a la negligencia de los modales y al abandono de sus deberes. Una vez empezada esta marcha cuesta abajo, no se sabe nunca dónde hay que pararse. Muchos hombres han iniciado su ruina al cometer un asesinato de un tipo u otro, que en ese momento creyeron que no tenía la menor importancia". THOMAS DE QUINCEY, "DEL ASESINATO CONSIDERADO COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES".
alejandro:
¡Viva el arte! Considerado como un bello asesinato;)
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