sábado, 14 de junio de 2008

On the road again

For all the shut down strangers and
hot rod angels Rumbling through this
promised land.


B. Springsteen "Racing in the streets"


Cruzamos pueblos dormidos y pequeñas ciudades en las que a veces veías tambalearse al último borracho del sábado, haciendo que la acera pareciese demasiado pequeña para él.
Lo veíamos girar la cabeza con gesto perplejo y aturdido ante el ruido de nuestro motor; un instante después, lo perdíamos de vista, dejando su caminar incierto bajo la luz amarilla de las farolas.

En un abrir y cerrar de ojos estábamos otra vez en medio de la nada, zumbando sobre el negro asfalto.

Conducir toda la noche, esa era la consigna.
Sólo éramos tú y yo, y Canned Heat en la radio a todo volumen.
La vieja furgoneta gimiendo por todas sus juntas, abría con sus faros la noche partiéndola en dos.

Subimos algunos puertos forzando el motor al máximo,y luego los bajábamos con los discos de los frenos al rojo vivo.

Sacábamos la cabeza por la ventanilla para oler la noche y, llenos de anticipación, creíamos percibir el aroma del mar en la brisa que silbaba entre los ralos bosquecillos de eucalipto de la costa.

El objetivo de llegar a una playa antes del amanecer parecía cada vez más cerca, y nosotros saltábamos en los asientos de excitación.

Al rayar el alba llegaríamos a la costa, el final de la carretera, el final del país y de la tierra, Finis Terrae, la costa de la muerte. Porque allí muere la andadura de todo el que sigue el sol poniente, de todos los que se encaminan hacia el oeste con sus ligeros macutos, sus raídos zapatos, o sus oxidados cacharros con el parabrisas lleno de cadáveres de insectos.

Todos los pobres ángeles de los arcenes que recorren la autopista que lleva hacia el final de la noche y persiguen un sueño a sabiendas de que ya no existe.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como molan esos viajes, que emprendemos sin premeditación, en cualquier momento sin ningún motivo camino de algún hermoso recuerdo, en un instante de inspiración...inspirado tal vez porque acabas de conocer a alguien especial y realmente sólo con ella te atreverías a llegar hasta el Fin de la Tierra.
¡¡SALUD, RUMB!!

Anónimo dijo...

Gracias por poner nombre e imágenes a ese cúmulo de canciones que forman parte de mi memoria sonora, la B.S.O. personal e intransferible.
En verdad lo tuyo es la música.
Un placer, Rumbonín.

Anónimo dijo...

...Y ella conduciendo sobre el puente con los ojos cerrados, el río debajo corría caudaloso y afortunadamente nadie más lo cruzaba.....
...Y los desconocidos que se paran a ayudar a sacar la furgo de la zanja, disfrazados y borrachos, era carnaval...
...Y abrir los ojos por la mañana y encontrarse con un rugiente mar, así, masculino, corriendo sobre la playa...
...Muchas emociones, vivir para sentir.........;-))