Tampoco parece advertirse ningún tipo de posado por parte del modelo ni intento de dar una imagen de artista "cool" ni de músico de vanguardia, ni de nada parecido.
Simplemente una sonrisa y un gesto relajado, probablemente dedicado a algún amigo o a algún miembro de su banda.
Nada mas. Ninguna pretensión, ningún artificio, nada de nada...
Solamente un músico afroamericano sosteniendo su saxofón en un momento de distensión compartido con gente amiga.
¡Pero cuidado! no nos confundamos. A pesar del ambiente intrascendente de la fotografía y la humana sencillez del modelo, sepan ustedes señores que nos hallamos ante uno de los más sublimes músicos de jazz que ha dado el siglo XX. Aunque yo mismo reconozca que no es de mis favoritos, y que al principio la "fealdad" de su música me echaba un poco para atrás, hoy en día no me queda sino reconocer que es uno de los grandes junto a mis otros jazzmen amados. Y que si grande es su música también lo es su actitud, muy lejos de la impostura, y de ese tipo de aura místico-grandilocuente con que se ha vendido a otros músicos quizá en un intento de enmascarar ciertas limitaciones a la hora de crear arte, que al fin y al cabo es de lo que va todo esto.
Sssshhh!! Suena Loverman.

2 comentarios:
"hoy te vi cuando silbabas
una canción de Charlie Parker
y he comprendido que no hay nada
no hay nada
que pueda hacer para impresionarte
para impresionarte. "
Recibido. ¡Gracias!
Lo bueno de Parker es que aunque tiene todo el mito a su alrededor, se puede dejar el mito a un lado y todavía queda la música. Con otros músicos no pasa eso.
Su música se sigue estudiando y tocando cincuenta años después. Será por algo.
Publicar un comentario