jueves, 16 de octubre de 2008

Alucinación en el umbral del sueño.

Lizano sentado, plácido y grande.
Una larga cola de gente ante él.
El joven de ojos soñadores ignora dicha cola y se acerca.
-¡Jesús!, ¡Jesús!, he venido a saludarte.
Un hombre muy alto, barbado y de gesto muy serio.
-Pero oiga, ¡no moleste! ¿no ve que el Sr. Lizano está aquí para compartir amablemente su sabiduría?
El pequeño soñador mira al hombre, mira hacia arriba.
-¡Oh!, ¡Usted es su padre! ...... ¿Es usted Dios?


3 comentarios:

Scout dijo...

¡¡Que grande, Jesus Lizano!!. Y que fuera d lo común.
Por cierto he estado investigando por la red y me he dado cuenta el poco protagonismo que tienen en ella este tipo de personajes.¿Por qué será?

Anónimo dijo...

bueno juanola!!!!
No se si soy el feliz culpable de tus viajes a lizania o si ya compartiamos devoción por el bardo genial y nunca lo hablamos hasta que yte pase aquel enlace.
Fuere lo primero, esa medalla que me cuelgo te la pienso cobrar en forma de cubata(s).
Sea lo segundo pues bendita y bienvenida la constatación de que aun queda gente con el paladar exquisito, que todavía no se murieron los soñadores que aplauden las "aventuras poéticas" de ese altísimo rapsoda, que además es graciosisimo y, según se dice, puede que se trate "del ultimo mamífero".

un abrazonnnn Peter

Rumbonín dijo...

Peteeeeerrr!!!!
Joder tio, pensé que te había tragao la tierra.
A Lizano conocilo gracias a ti, si.
A ver cuando libro un finde y voy hasta Salas a ponete la medalla en forma de cubata(s)

POPOCÁ...CATEPÉL!!!!