lunes, 1 de diciembre de 2008

Días del futuro pasado. (o de cómo se puede sentir nostalgia por lo que nunca ha ocurrido)

El parque de las tetas, Sonia y Gero están tumbados en la yerba, a sus espaldas el inmenso Vallecas, enfrente Moratalaz, con sus interminables fachadas de ladrillo rojo al otro lado de la carretera de Valencia, autovía de cuatro carriles en cada sentido. Es tarde, casi de noche, varias botellas vacías de cerveza descansan junto a ellos. Ella mira espectante hacia él y él pierde su mirada en las luces rojas de los coches que se alejan de la ciudad, con el mar como último destino.
-Estos hace media hora que fueron a por la birra-, dice ella.
-Ya... estarán dandose el filete por ahí-. Y piensa:"Como deberíamos estar haciendo nosotros"-De todas maneras yo estoy bien así.-" Y un huevo estoy bien, tengo unas ganas de de dar un mordisco a esta tia del copón, y yo creo que ella quiere que se lo de, mira que guapa está, como le brillan los ojos y lo bien que huele, pero no vas a hacer nada ¿a que no gilipollas? Y eso que yo creo que el otro día se lo pasó muy bien conmigo, menudo pedal que nos pillamos más tontamente."
-Gero, el otro día lo pasé muy bien.
-Y yo, menudo pedal ¿eh?
-Ya te digo, para marearme en el metro imagínate como iba- rie ella.
"Mira como se rie ¡Me encanta!"."¡Venga tio lanzate ya joder!"
-Yo hoy ya voy un poco fino tambien.
-Y yo... y ahora ¿que quieres hacer?-Lo mira a los ojos.
El mira de nuevo las luces rojas en la autopista, por un momento no les había prestado atención, y mientras la respuesta llega a sus labios siente que algo, una vez más, se rompe en su interior.
-Me gustaría subirme en cualquiera de esos coches y marcharme de esta puta ciudad de una vez.
-Ya...-Ella lo mira, por un momento lo ve como un joven Ulises a punto de dejar Ítaca y se emociona mucho, luego baja los ojos y queda absorta mirando los cascos vacios de cerveza.
-Ya...
Unas semanas despues él dejaría Madrid para siempre. Pasados varios años se enteró de que ella había sido detenida subiendo de Marruecos con un cargamento importante de hachis...







2 comentarios:

Guti dijo...

En mis clases de música estoy aprendiendo que siempre nos preocupan mucho las notas, la melodía, pero que lo fundamental es el ritmo, el tiempo, la duración. Que es más difícil estar en silencio los momentos adecuados que tocar corcheas sin parar, y más difícil dar una nota en el momento adecuado que dar la nota adecuada. Y que queda mejor una nota errónea, pero en su sitio, que una nota acertada, pero una décima de segundo antes de tiempo. Y que quedan mejor cuatro notas en su sitio que un chorro de semifusas sin sentido.

Y leyéndote, y leyendo este en concreto, me ha venido a la cabeza la explicación de por qué me parece bueno lo que escribes: sencillamente, porque para escribir es lo mismo. Que escribir bien es, en primer lugar, un problema de ritmo y de extensión.

En lo que te leo, no me molesta ni me estorba nada; no hay notas fuera de sitio. Y no te veo ahí enmedio haciendo aspavientos. Quizás por eso se mete uno tanto en la historia, porque se olvida de que está leyendo. Leo, acabo, y no se me ocurre nada que decir; me quedo cavilando.

Ritmo. De verdad que a poca gente le he visto un instinto como el tuyo para eso. Sigue así.

Rumbonín dijo...

¡Joeer Guti! yo creo que te has pasao un pelín, pero bueno, gracias de todos modos.

Lo del ritmo, pues no se, ayer pensandolo llegué a la conclusión de que yo, cuando me pongo a escribir, creo que estoy más influenciado por los músicos que por los escritores, especialmente por los músicos de rock americanos: Dylan, Springsteen, etc, de hecho, a veces es alguna canción concreta la que me da alguna idea para escribir. En fin que no se, algo de eso habrá.

De todas maneras, insisto, muchas gracias. Ese tipo de comentarios son el motor de este blog.
Ya sabeis que yo necesito mucho el cariño de mis amigos:D

Besinos pa todos...